Desconfiar de sí mismo y confiar en Él. Olvidarse de uno y acordarse de Dios (...) Sólo el humilde confía y desconfía al mismo tiempo. Desconfía porque se conoce a sí mismo, se ve tal cual es, con todos sus fallos y limitaciones. Confía porque recurre a Dios al ver su propia miseria, suplicándole como un mendigo.
Tomás Morales SJ