Ahora lo que me guía es solamente el abandono, ¡no tengo otra brújula! Ya no puedo pedir nada ardiéntemente, excepto el cumplimiento perfecto de la voluntad de Dios en mi alma sin que las criaturas puedan ponerle obstáculos.
Teresa de Lisieux. (1994). Historia de un alma. Colombia: San Pablo; pág. 289-290