"El otro día, exclamaba en una plática de sus primero años, volvía de Savigneux. Los pajaritos cantaban en el bosque. Yo me eché a llorar. ¡Pobres animalitos!, decía, Dios los ha criado para cantar y cantan... ¡El hombre, que ha sido hecho para amar a Dios, no le ama!" (San Juan María Vianney)
Francis Trochu. (1988). El Cura de Ars. Madrid: Ediciones Palabra. p.621